Viaje de chicas

La película requiere cierto esfuerzo por parte del espectador, desde el inicio nos hace sentir partícipes de la película, pero a la vez no nos suministra apenas información, ni de lo que ha sucedido ni de lo que está sucediendo*, lo que no gustará a muchos espectadores pero fascinará a otros. El resultado es una sensación de incomodidad, nos sitúa, casi físicamente, en medio de algo que no comprendemos y no sabemos ni en quien confiar.

Otro punto a remarcar es su intensidad, la película es de un dramatismo bárbaro, desde su puesta en escena, su fotografía, el montaje, por supuesto su guión y dirección, todo está enfocado a resaltar el dramatismo de la situación y hacerla agónica, a que el espectador se sienta atrapado por ella y no dejarle salida. La tensión está al máximo desde el minuto 1 y así durará toda la película, sin respiro, sin tiempos muertos…y sin embargo a muchos decepcionará pues apenas tiene acción, es pausada (aunque con un magnífico ritmo), carece prácticamente de sustos**. Muchos no la considerarán como película de terror, por el contrario es una película que trata de la esencia del terror, el miedo, el sugerir mediante un sonido, una respiración, un leve movimiento, en definitiva apela a la imaginación del espectador. Se podría encuadrar perfectamente dentro del tipo de terror minimalista (en los últimos años nos encontramos con películas que podrían calificarse así, las cuales suelen dividir enormemente al público)

La película brilla con luz propia en su dramatismo, en la relación entre sus personajes (muchos temas se vislumbran en estas relaciones), en su tratamiento, en su tensión elaborada… También posee sus defectos, así, una vez comprendida, la película no deja de ser algo visto aunque tratado de una forma diferente, en spoiler hablo del para mi, pues es discutible, mayor fallo.

Ofrece un retrato del miedo a lo desconocido, de la humanidad***, de la percepción de la vida, del miedo al futuro, del mal, de la muerte, del miedo, una vez más, a esta. Y todo ello con mucha oscuridad y pocos personajes****;
en definitiva se trata de una película que merece mucho la pena, especialmente para aquellos que no le tienen miedo al terror psicológico en clave minimalista.